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El movimiento revolucionario latino americano 

 

Sesión del 27 de mayo, por la mañana

Fuente: "Sesión del 27 de mayo, por la mañana", RGASPI, F. 503, op. 1, d. 31, pp. 3–6. pdf

Ostin hace una relación de la situación actual de COLOMBIA. El dominio imperialista se hace cada vez mas agudo, teniendo los yanquis el monopolio del mercado interno. Existe una grave crisis financiera, a consecuencia del gran desarrollo de la burocracia. La mitad del país trabaja para el Estado. Los crecidos gasto que esta situación demanda, se cubren subiendo cada vez mas los derechos aduaneros, lo que provoca una formidable reducción del nivel de vida. El costo de la vida se hace verdaderamente insoportable, y paralelamente se ejerce una fuerte reacción política.

El Partido Conservador se ha dividido en el momento de las elecciones presidenciales; el gobierno aprovechó de la ley heroica para meter en prisión a la fracción conservadora disidente, que se levantaba contra el caciquismo de Carlos Latorre. La lucha de fracciones dentro del Partido Conservador es impulsada por el imperialismo yanki. El grupo disidente adopta una posición mas democrática y su voz de orden es contra la dictadura de los dirigentes del Partido. Estos constituyen un grupo representativo de los intereses de los latifundistas; los disidentes defienden los intereses de la burguesía comercial. El fondo real de la divergencia debe buscarse en la competencia entre los imperialismos, y principalmente en las concesiones petrolíferas que ha hecho el núcleo oficial.

El Partido Liberal está a su vez divido en tres fracciones: 1. La de los elementos viejos y tradicionales del Partido, que apoyan la política gubernamental; 2. Una fracción socializante de los intelectuales a cuya cabeza figuran Armando Solano, Gabriel Torres, etc. y cuya acción se basa en la demagogia reformista. En las elecciones presentaron una lista “de vanguardia liberal para salvar el honor del sufragio universal”; 3. El grupo de los guerrilleros, de los generales, encarnizado defensor del imperialismo yanqui que lo subvenciona en el que ha proporcionado al tirano Gómez los oficiales salidos de Colombia; se basa principalmente en los pequeños y medio terratenientes.

Nuestro Partido, el Socialista Revolucionario, no guarda las características acostumbradas de nuestras organizaciones. Es una organización exclusiva de jefes, que resuelve los asuntos sin dar lugar a ninguna discusión de parte de las masas. Su composición es principalmente de intelectuales de provincia, tinterillos, pequeños campesinos, etc. Cuando él llegó se había nombrado un Comité Ejecutivo puramente decorativo, ya que quién continuaba la efectiva dirección era el Comité Clandestino. Estos jefes dirigen el movimiento obrero. No conocen política, pero son combativos y se ligan a la masa. Sus consignas son demagógicas: Vivan los Soviets, viva la bandera roja, etc. Por ejemplo, llegaron a apoyan a la ley heroica porque ella llevará mas a la izquierda a las masas.

Cuando él llegó les explicó, en una serie de conferencias elementales, que es el movimiento sindical, que el Partido, la necesidad de que el Partido celebrara Congresos y esos nombraran un verdadero C.C. Han preparado luego el Congreso Sindical y el Congreso del Partido.

Antes del Congreso se notó una división en dos fracciones: el grupo de intelectuales de Bogotá, con Prieto, etc. a la cabeza, y por otra parte el grupo de Cali. El Congreso es una reunión de caudillos, los jefes arreglan y deciden todo: son en total unos 400 que juegan verdadero rol.

La divergencia se produjo con ocasión de la huelga bananera del Magdalena. El Comité Ejecutivo había resulto la huelga general de solidaridad (lo que en Colombia significa la batalla armada), y enviaron emisarios a todo el país. Pero Tomás Oribe Márquez era contrario a esta idea, y tras los emisarios del Partido envió los suyos propios, para contrarrestarlos. De aquí que la huelga no pudo hacerse. El grupo de Cali y el de Bogotá se aliaron entonces contra Oribe Márquez. La divergencia radica en que el C.C. quería desencadenar la huelga para transformarla en revolución, en tanto que Oribe Márquez estaba por la revolución sin mas tramites.

Preguntado: ¿Se hubiera podio hacer huelga general, había ambiente provocado por la huelga bananera? Responde: Si, las masas hicieron tal presión que en Barranquillas hubo que hacer una declaración de solidaridad, y lo mismo en el resto del país.

Existe allí la voluntad de llevar mas lejos la lucha de masas.

En el Congreso, pues, se diseñaron dos grupos adversos: Tomás Oribe Márquez y Torres Giraldo de un lado, y del otro el grupo formado por Cali y Bogotá.

La adopción de resoluciones marchó sola; para nombrar delegados al C.C. se designó una petit-comisión, de la que participó Torres Giraldo, y se formó una lista compuesta de 11 intelectuales y 10 obreros, que fue aceptada.

Dos días después se planteó la escisión: Torres Giraldo y otros presentaron su renuncia (eran alrededor de 8 o 9 miembros del C.C.). El pretexto fue que el C.C. había resulto aprovechar las elecciones para hacer propaganda. Entonces se produjo la separación de Torres Giraldo y los otros, que sostenían que el C.C. estaba formado de traidores pacifistas, que concurrían a las elecciones, en lugar de hacer uso de la lucha armada.

Fue entonces que, ante la perspectiva del rompimiento del Partido, hizo negociaciones con Oribe Márquez, quién aceptó su reincorporación, bajo las siguientes condiciones: reorganización verdadera del Partido, que la dirección política del Partido sea encomendad al C.C. y que Agitprop. editora varios diarios clandestinos; y por último que se le diera a Oribe Márquez la dirección militar.

A consecuencia del acuerdo sobrevenido, hubo que modificar la composición del C.C., quitando algunos elementos que para Oribe Márquez eran indeseables. No obstante la composición social del nuevo organismo siguió siendo la misma su composición política también, puesto que el grupo Cali-Bogotá está en mayoría.

Preguntado: ¿Es posible ganar a Oribe Márquez y sus elementos para el marxismo? Responde: que Oribe Márquez le dio la impresión de un elemento sincero que no conoce el socialismo, por que quiere la revolución, y que es nuestra política procurar ganarlo a él y a sus adictos.

Preguntado: ¿La autoridad de la Internacional Comunista puede jugar un rol, ante Márquez? Responde: Si la Internacional dice que hay que batirse, si la respetaran con entusiasmo; pero si dice lo contrario, dirán que se engaña, que no conoce la situación, etc.

Preguntado: ¿Por qué la mayoría de intelectuales en el C.C.? Responde: Porque no se encuentra en el Partido elementos obreros utilizables; los que hay son nulos, no tienen ninguna noción. No obstante se ha hecho un progreso, por que en el anterior C.C. solo había 3 obreros.

Preguntado: ¿Hay posibilidad de colaboración entre Oribe Márquez y Prieto? Responde: Que pueden, pero muy mal, en virtud del caciquismo que allí impera.

Colombia (Continuación)

Incorporados los tres compañeros de Colombia, se da la palabra a Mahecha.

Mahecha. Tenemos en Colombia el Partido Socialista Revolucionario. Allí, desde hace tiempo, las masas han sido dirigidas por los comunistas y, aunque no tiene consciencia precisa de nuestra doctrina, siguen al caudillo, ya que el caudillismo es un régimen tradicional e imperante. De aquí que los movimientos y las corrientes se hayan establecido en Colombia, no en pos de una orientación doctrinaria, sino sobre la base de las reivindicaciones inmediatas. Ya en 1911 hubo huelga en Honda contra los yanquis, movimiento turbulento que culminó en una matanza, habiendo caído del lado del gobierno 40 guardias y 60 soldados. A partir de esta fecha nace el movimiento de las masas, que se alejan de la influencia liberal y conservadora. En esa época el movimiento ofrecía la característica de ser dirigido por socialistas cristianos; mas adelante, por socialistas reformistas, y ahora, en su tercera etapa, por los socialistas revolucionarios, que son los comunistas. Ha habido hasta hoy 72 huelgas, reprimidas violentamente en su totalidad. Antes de la fecha indicada, los liberales tenían gran influencia porque hacían la guerra al Partido Conservador, casta burocrática y de la gran burguesía. Pero ahora existe un verdadero fanatismo en las masas por el comunismo, en quien confían las de llevar a la victoria. Los reformistas se han sindicado por sus traiciones, y por su vida rumbosa y lujosa, a expensas de los obreros, a quienes engañaron en múltiples ocasiones. En 1924, por ejemplo, vino la huelga del Magdalena, movimiento de suma importancia, que detuvo toda actividad industrial, paralizó los transportes, etc. Los reformistas vendieron esta huelga, y se dedicaban como siempre, a usar de los fondos sindicales para su propio beneficio. Ello causó su completa desprestigio, e influyó para que la masa siga al comunismo. Desde entonces el Partido continuó hacienda huelgas, en 1927 hicieron un congreso organizando el Partido Socialista Revolucionario, y desalojando a algunos anarquistas que se habían introducido en sus filas. Desde entonces el movimiento aumentó. Hicieron una huelga importante en Barranca Bermeja, cuyos episodios narra, con objeto de tantear las fuerzas de que disponían.

Pasa a historiar el movimiento bananero; el Partido lo envió allí a organizar un movimiento, en cuy preparación insumió varias semanas, dictando conferencias y haciendo agitación. Fue recibido con todo entusiasmo, no por su prestigio personal, sino por su carácter de enviado del Partido. Allí había habido una organización reformista, que era una cueva de ladrones, y que fueron debidamente desenmascarados. Fue entonces que él comenzó la labor con todo éxito. Se organizaban 32.614 obreros, que pagaban religiosamente las cotizaciones (estas se abonan en general en los periodos de preparación de huelgas). En dos meses lograron reunir 63.000 dólares, donados por los obreros. Se atrajeron asimismo el apoyo del comercio, el cual contribuyó con otros 40.000 dólares.

Pasaron un pliego de condiciones, pidiendo el cumplimiento de todas las leyes sociales y un aumento de salario de 50%. El movimiento se planteó, pues, sobre la base de las reivindicaciones, y no por la revolución. La Compañía no cedió, y la huelga estalló el 12 de noviembre. A las 6 de la mañana se detuvieron todas las actividades, incluso los ferrocarriles.

Funcionó una Cooperativa criada con anterioridad, la que proveía a la masa de huelguistas de 500 sacos de arroz y 20 novillos diarios. Esta Cooperativa, que había sido formada de intento anteriormente, se formó mediante la edición de acciones de un dólar que fueron colocadas en numero de 44.000. Al iniciarse la huelga, todos los que tenían acciones las donaron. Luego el gobierno la destruyó.

Preguntado sobre la rev., manifiesta que pensaban transformar, la huelga en eso, ante el peligro de perderla. En una reunión de dirigentes de la huelga, nombrados directamente por los obreros, se resolvió conceder a Mahecha plenos poderes para la acción. Pensando que la acción iba a tener consecuencias graves para los dirigentes de Bogotá no la iniciaron de inmediato, y escribieron a Oribe Márquez solicitando la orden. Sólo recibieron enseguida una carta en la que les decían que tuvieron en cuenta la diferencia entre una huelga y la rev. Por último, después de 20 días llegó la orden, pero era tarde. Narra con todo detalle las etapas de la huelga y sus incidencias. En su opinión el movimiento se perdió por no haber llegado la orden a tiempo, por haberse perdido el momento preciso. Y cree también que esto haya sucedido por cuestiones personales, por orgullo casi quista.

Preguntado si estaba de acuerdo con pactar con los liberales, respondió que de ningún modo, que eso equivaldría a hacerlo el caldo gordo a los liberales, que aprovecharían de sus sacrificios y de su lucha para encaramarse al poder.

Preguntado en cuento a las consecuencias de la huelga en el estado de espíritu de las masas, responde que no existe en absoluto depresión, que por el contrario cada matanza hace resurgir con mas ímpetu en animo de lucha de las masas. Existen, por otra parte, otras contradicciones que agudizan la combatividad de las masas; y es que los yankis atemorizados por el fuerte movimiento, han negado nuevos empréstitos al gobierno colombiano, lo que he producido la desocupación de millares de obreros (80.000) se calcula que antes se ocupaban en las obras publicas.


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