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El movimiento revolucionario latino americano 

 

Trabajo en la Liga Antiimperialista

Informantes: Simons y González Alberdi - Discusión

Decima octava sesión, realizada el 1o de junio

PRESIDE GHITOR. (S. S. A. del K. I. M.) .

SIMONS. (Estados Unidos). — Camaradas: Ya se ha discutido la teoría de la lucha antiimperialista. Este informe tratará las cuestiones prácticas, el trabajo de la Liga y la relación que debe existir entre los diferentes elementos que componen la Liga. Yo hablaré sobre los puntos generales y el compañero González Alberdi hablará de cada país en particular.

El carácter cada vez más agresivo del imperialismo yanqui en América latina y demás partes del mundo, la lucha más decisiva y tenaz con el imperialismo inglés para defender sus intereses, los sucesos en China, y especialmente, ahora en la India Inglesa, indican una agudización de la lucha antiimperialista en todo el mundo. El próximo Congreso de la Liga Antiimperialista Mundial, que se realizará en julio en París, dará un ímpetu enorme a este trabajo. Allí, la lucha antiimperialista en América latina ocupará el segundo lugar en el orden del día, siguiendo luego las que se refieren a la India Inglesa. En vista de eso, es necesario que se dé la debida forma de organización a la lucha en América latina. Es preciso que nosotros organicemos a todos los elementos antiimperialistas, para el desarrollo de la lucha. Sin organización, no se puede vencer.

Es necesario tener en cuenta que la Liga Antiimperialista Mundial y Por la Independencia Nacional, está en su segunda etapa, en cuanto a su relación con los sindicatos obreros. El primer Congreso Mundial que se efectuó en Bruselas, reunió en su mayor parte a los representantes de los movimientos nacional-revolucionarios, especialmente de China, aprovechando la revolución china, y los movimientos nacional-revolucionarios que esta revolución originó o empujó. Los sindicatos tuvieron un papel menor. El Congreso de Bruselas fué un gran paso adelante en la lucha antiimperialista; pero existía en muchos compañeros la esperanza que esos representantes harían la revolución en sus respectivos países. Existía la tendencia a no criticar a esos elementos. Los errores de China no eran casos aislados, eran errores del trabajo antiimperialista en general.

Pero con el desarrollo de la Liga Antiimperialista Mundial, la influencia de los sindicatos dentro de la Liga ha crecido. Desde enero de este año, el número de sindicatos adheridos a la Liga, ha aumentado. Los sindicatos rusos han sido adheridos. La Confederación Sindical Latino Americana se ha adherido hace poco, y así deben hacer todas las organizaciones obreras de América latina. La Liga Mundial ha recibido mensajes de apoyo de la Federación Sindical de Finlandia y de la Liga Campesina y Sindicatos de Filipinas. Además de los sindicatos rusos, los sindicatos de Australia, el Congreso Sindical de Sud Africa, la Federación Sindical de China, la Liga cuenta ya con más de cien organizaciones sindicales. Además, cuenta con el apoyo fraternal de la Internacional Sindical Roja. Todo esto indica, compañeros, que la verdadera base para el desarrollo de la Liga Antiimperialista está en las masas obreras y campesinas.

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Los sindicatos deben formar parte de la Liga Antiimperialista. Esto es claro, pero ¿cuál debe ser la relación entre los sindicatos y la Liga? El Consejo Ejecutivo de la Liga Mundial, reunido en Colonia en enero de este año, adoptó una resolución sobre este punto. ¿Qué dice esa resolución? 1° La lucha contra el imperialismo debe ser la obra de las grandes masas; 2° esto tiene una fuerza especial en la lucha antiimperialista en los países coloniales y semicoloniales, que no pueden tener éxito si no se traen a la lucha antiimperialista a las grandes masas de trabajadores. Los sindicatos pueden y deben jugar un rol especial en esta lucha; 3° El Comité Ejecutivo de la Liga Contra el Imperialismo, indica, por eso, a todas las organizaciones y grupos que la componen, la necesidad urgente de dar mayor atención al trabajo de ganar a los sindicatos para los trabajos de la Liga, ya sea por adhesiones de los sindicatos o por acuerdos especiales con ellos para las campañas y actividades especiales en contra del imperialismo y los peligros de guerra. Sobre este punto, quiero decir que es claro que nuestro deber es el de conseguir la adhesión de los sindicatos, en cuanto sea posible. La Liga advierte: "Ni la Liga misma ni las secciones, deben intervenir en los trabajos interiores o en la vida de los sindicatos". Los sindicatos en los países coloniales y semicoloniales deben guardar su carácter clasista y no hacerse apéndice de los partidos nacionales revolucionarios burgueses.

El compañero Melnichansky, en nombre de los sindicatos rusos, en su discurso ante el Comité Ejecutivo de la Liga, explicó claramente que, "cuando hemos logrado crear una verdadera organización sindical, revolucionaria, solamente entonces podremos hacer la lucha más eficaz contra el imperialismo".

Es necesario hacer notar que la adhesión de los sindicatos a la Liga, hará posible la penetración de la vida política en los propios sindicatos. Ahora, en la gran mayoría de los sindicatos, no se preocupan de las cuestiones que están fuera de las de carácter puramente conómico.Es menester que los sindicatos, — el verdadero ejército en la lucha contra el imperialismo—, se preparen ideológicamente y con organización, para la lucha antiimperialista. Su adhesión a la Liga dará la posibilidad para una preparación y organización de las fuerzas sindicales para la lucha antiimperialista.

Pasemos, ahora, a las cuestiones de organización. ¿Qué base debe tener la Liga? En algunos países de América latina, la base es colectiva; en otros, individual. La Liga debe tener afiliados colectivos (organizaciones) e individuales (por medio de comités de barrio). Entre las colectivas, caben no solamente partidos revolucionarios, organizaciones obreras de diversa índole y sindicatos, sino también, comités de fábrica. Mientras aumenta el caudal de las adhesiones colectivas, la Liga deberá preocuparse por atraer a esas organizaciones a los obreros.

¿Cuál es nuestra situación actual? Hay algunos países latinoamericanos que no tienen Ligas; en otros, si existen, todavía no hemos logrado atraer a las grandes masas que no están bajo la influencia del Partido. No han sido transformados todavía en organismos de masas. Hay algunas secciones que están compuestas por los miembros del Partido Comunista y los simpatizantes. Es necesario, especialmente en los países semicoloniales de América, hacer de las Ligas Antiimperialistas, organizaciones de masas. Es necesario aprovechar para este trabajo, los grandes movimientos como la huelga en la zona de las plantaciones de la "United Fruit Co.", en Colombia.

La Liga es una organización de frente único y debe estar formada sobre la base de un programa definido, de lucha antiimperialista. Debemos insistir en que se cumpla fielmente todo el programa, expulsando a los elementos que se nieguen a hacerlo.

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Este trabajo de depuración debe ser realizado previo un trabajo de discusión, desenmascarando a estos elementos ante las masas obreras. Hay el peligro de correr pareja con la degeneración de los intelectuales, porque las Ligas existentes no tienen base firme en los sindicatos, en las organizaciones de masas. Este peligro existe no solamente porque seleccionamos intelectuales que tienen alguna influencia sobre las masas, sino también porque nuestros Partidos Comunistas no trabajan como es menester. Ordinariamente, el Partido designa a algunos miembros para trabajar en la Liga y considera ese trabajo como de esos camaradas solamente. Hablando de algunas organizaciones y citando la "Liga Contra el Imperialismo", el VI Congreso del Comintern, especifica:"Es necesario intensificar el trabajo en las organizaciones como. . . la Liga Antiimperialista. Los Partidos Comunistas están obligados a ayudar por todos los medios a estas organizaciones, contribuir a la difusión de su prensa, sostener sus secciones locales, etc.".

¿Debe el Partido formar parte del frente único que forma la Liga? ¿Por qué se plantea esta cuestión? Porque en mucho países la Liga Contra el Imperialismo, no es una organización de frente único, ni siquiera arrastra a las masas bajo la influencia del Partido, es una organización sin masas. Algunos camaradas temen que la presencia del Partido dentro de la Liga dará una prueba de que el Partido controla la Liga. Estos camaradas pretenden que la Liga es una organización de frente único, cuando en la mayoría de los casos, no es verdad. No es necesario demostrar que el Partido debe formar parte del frente único. Las dudas sobre esto desaparecerán cuando hayamos logrado atraer grandes masas a la Liga, cuando en realidad se haga una organización de frente único. El Partido Comunista debe formar parte del frente único, proponiendo su propio programa y criticando el programa y las actividades de la Liga.

¿Qué es este frente único? ¿Debe hacerse entre los miembros del Partido, algunos simpatizantes e intelectuales? No. El frente único debe ser más amplio; debe incluir al Partido, a las organizaciones bajo su influencia y a otros elementos fuera de la clase proletaria, que son antiimperialistas. No es justo considerar a la Liga como una organización de menor influencia que el Partido. ¿Es justo que el Partido celebre una demostración grande al mismo tiempo que la Liga realiza una demostración más pequeña? Creo que no. El Partido debe celebrar sus propias demostraciones, pero no en conflicto con el mitin del frente único. El Partido debe participar activamente en el mitin del frente único, mostrándose tal cual es y tomando la participación más activa en la demostración. Trabajar de otra manera implica dejar la Liga en manos de los intelectuales y elementos sin Partido.

El Partido debe tener el control de la Liga, pero éste no debe ser mecánico. El Partido debe mandar a trabajar en el seno de la Liga a algunos de sus mejores camaradas y obtener la dirección del organismo por medio de la capacidad y el trabajo, y no solamente por la mayoría mecánica de votantes. Nuestra mayoría debe estar formada por los más activos militantes de la Liga.

Unas palabras sobre los Bloques Obreros y Campesino. ¿Deben pertenecer a la Liga Antiimperialista o debe la Liga formar parle del Bloque? La Liga incluye a todas las organizaciones obreras, y por consecuencia, a los Bloques de Obreros y Campesinos. Pero, teniendo en cuenta que en la Liga pueden participar elementos de la pequeña burguesía, esta organización no puede formar parle de los Bloques. Esa me parece de be ser la regla general.

¿Entre cuáles sectores de la clase trabajadora, debe la Liga realizar sus mayores esfuerzos? En primer término, entre los obreros industriales y agrícolas; segundo, entre los campesinos. Entre la pequeña burguesía, deben buscar los elementos que sufren directamente el yugo imperialista.

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La discusión efectuada sobre la lucha contra el imperialismo, nos ha enseñado que nuestro centro de gravedad está sobre los primeros y no sobre los artesanos e intelectuales. Hay que trabajar con inayor intensidad entre las masas que ocupan las empresas imperialistas, en los latifundios, plantaciones de frutas, etc. La resolución de la Liga Antiimperialista sobre la situación de América latina, declara: "Es preciso que la lucha antiimperialista sea conducida, en el seno de los Estados de América latina, hacia las partes de la población más explotadas por el imperialismo, en particular, hacia la clase obrera y campesina, contra las organizaciones que son apéndice o instrumentos del imperialismo, tales como la iglesia, y también, contra los grandes terratenientes y en algunos casos contra ciertas fracciones de la burguesía".

¿Cuál debe ser el trabajo de la Liga?

1° Diseminar amplias informaciones sobre la lucha de los pueblos coloniales y semicoloniales en contra del imperialismo, y especialmente, contra el imperialismo yanqui. Las secciones de América latina deben extraer enseñanzas de las luchas de los demás países latinoamericanos. Deben tomar en consideración el desarrollo de las huelgas contra empresas imperialistas. Deberán llevar a esos huelguistas, la propaganda antiimperialista, como es el caso para la Argentina, de la huelga en el frigorífico "Anglo". 2° Celebrar mítines y demostraciones y, cuando sea necesario, plantear en los sindicatos, la cuestión referente a la ayuda. 3° Deben publicar un órgano oficial en cada país, y, además, distribuir el órgano oficial de la organización continental. 4° Establecer cotizaciones donde no las hayan. 5° Debe efectuar su penetración en el seno del ejército y de la marina.

Todavía hay que discutir la relación entre la Liga de las metrópolis y las secciones de las colonias, que es una cuestión de la mayor importancia. Los Partidos Comunistas de las metrópolis imperialistas, tienen la responsabilidad más grande frente a la lucha antiimperialista. La tesis del VI Congreso del Comintern, declara: "El sostenimiento del movimiento colonial, sobre todo por parte de los Partidos Comunistas de los países imperialistas opresores, es una de las tareas más importantes del momento actual". La resolución de la Liga a la cual me referí antes, hablando de la necesidad de atraer las fuerzas antiimperialistas de todo el mundo, agrega: "Pero incumbe una responsabilidad especial a los obreros de Inglaterra y Estados Unidos". Las secciones de los países opresores, desempeñan un doble papel: la lucha general en el mismo país y además, el apoyo a las luchas de las colonias. Hay que admitir, compañeros, que el contacto de los compañeros de las metrópolis imperialistas con los de las colonias, es muy deficiente. Entre la masa de las metrópolis y en el seno mismo de los propios Partidos Comunistas, existe un desconocimiento casi absoluto de estas cuestiones. Es necesario intercambiar más informaciones. Las Ligas de las metrópolis deben esforzarse por cumplir con el trabajo que dejamos diseñado con estas palabras.

No hablo de Inglaterra, porque no hay contacto entre la Liga de esta parte del mundo y las secciones de América latina, pero la Liga de Estados Unidos que tiene mayor responsabilidad frente a la lucha que se desarrolla en América latina, debe prestar mayor atención a este problema. El movimiento revolucionario de Estados Unidos, ha demostrado ya con hechos que empieza a comprender su responsabilidad en este aspecto. Cuando Hoover se disponía a visitar los países de América latina, el Partido de Estados Unidos comunicó la novedad a todos los Partidos hermanos de Latinoamérica para que organizaran demostraciones en su contra.

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El Partido lanzó un manifiesto a todos los trabajadores, explicando, entre otras cosas, que los trabajadores estadounidenses deben apoyar por todos los medios los movimientos insurreccionales de los hermanos explotados del sur, por la liberación del yugo imperialista. Igualmente, se han realizado demostraciones públicas de apoyo a los trabajadores de la zona de las plantaciones bananeras de Colombia, cuando se efectuó la última huelga. Siempre se publican en el periódico del Partido, el "Daily Worker", cartas y comunicaciones referentes a las condiciones de vida y a las luchas de los trabajadores de América latina. Quiero citar el caso siguiente: En el caso de la guerra entre Paraguay y Bolivia, el compañero Harrison George entrevistando al ministro boliviano en Estados Unidos, logró obtener de éste una declaración en la cual declara que Bolivia peleará por los intereses yanquis. He entregado este artículo al compañero delegado boliviano para que le dé amplia publicidad en su país. También se ha realizado en Estados Unidos propaganda contra el envío de tropas yanquis para presionar o masacrar a los trabajadores de América latina. Es necesario que se aumente esta propaganda, siguiendo el ejemplo de los camaradas franceses, al luchar contra la guerra de Marruecos.

¿Qué deberes tiene que cumplir la Liga en los países coloniales o semicoloniales como los de América latina? Deben aprovechar la llegada de cruceros imperialistas a los puertos latinoamericanos, para hacer propaganda contra el imperialismo. Cuando llegó a Montevideo el crucero de la flota inglesa "Durban", los compañeros del Partido y de la Juventud Comunista del Uruguay, aprovecharon esta oportunidad para entregar a los marinos ingleses, propaganda en inglés. Ese mismo trabajo se hizo en otros dos puntos del territorio uruguayo. Es de elogiar la iniciativa de los compañeros uruguayos, pero hay que hacer notar que ese trabajo no se hizo también entre las masas obreras y campesinas uruguayas, es decir, combatiendo al imperialismo inglés.

Es necesario que este ejemplo lo tomen en cuenta los compañeros de Panamá para hacer trabajo de penetración entre los marinos yanquis, cuando la flota norteamericana realice sus maniobras anuales en aguas del Canal.

Es necesario, en general, más iniciativa por parte de las Ligas Antiimperialistas de los países latinoamericanos. Actualmente existen dos huelgas contra empresas imperialistas radicadas en la Argentina: la "General Motors Co." (yanqui) y el frigorífico "Anglo" (inglés), y, sin embargo, los camaradas no han comunicado esa novedad telegráficamente a los compañeros ingleses y norteamericanos. ¿Cómo es posible que las Ligas de las metrópolis ayuden a los compañeros de los países oprimidos por el imperialismo, si éstos ni siquiera tienen noticias de las huelgas que se efectúan?

He notado, también, que en la mayoría de los países latinoamericanos, no se traduce del inglés y esto impide el intercambio de noticias. Es un problema que se debe resolver cuanto antes.

Pero, compañeros, la lucha antiimperialista no consiste solamente en la lucha en América latina. No basta con relacionarse con las Ligas de EE. UU. e Inglaterra; es menester que los movimientos antiimperialistas de América latina cumplan con sus deberes frente a la lucha en otras partes del mundo. La tesis del VI Congreso del Comintern, declara: "La lucha contra la guerra imperialista, la lucha por la defensa de la revolución china y de la U. R. S. S., exigen que la clase obrera acentúe su internacionalismo de combate. La experiencia ha demostrado que los Partidos Comunistas no están a la altura de estas tareas internacionales". Más adelante, dice: "El Congreso llama la atención de todos los Partidos Comunistas sobre la necesidad de sostener una acción sistemática en estas cuestiones (amplia exposición en la prensa, literatura de agitación y de propaganda, etc.) y proceder de una manera más enérgica a su autoeducación y a la educación de las masas proletarias en su espíritu internacional y de lucha".

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Es de gran importancia atraer a la Liga Antiimperialista a los trabajadores agrícolas y campesinos, especialmente en América latina, en los países esencialmente agrícolas. En el Uruguay, por ejemplo, la Liga no ha penetrado entre los trabajadores del campo. Las mujeres y especialmente las que trabajan en las empresas imperialistas, deben estar dentro de la Liga. Los jóvenes deben ser objeto de constante preocupación de parte de este organismo. Cada Sección nacional de la Liga debe tener su organización juvenil. Ya la Liga de la Argentina, ha fundado la Liga en la ciudad de Rosario. Ese trabajo debe continuarse.

En resumen, ¿cuáles son nuestras perspectivas para el trabajo antiimperialista? La lucha en América latina se hará más aguda, las masas se dispondrán a luchar. Es nuestro deber organizar y agitar a esas masas. Debemos hacer en estos momentos el más grande esfuerzo para constituir las Ligas en los países donde no las haya y hacerlas más fuertes en los que ya existen. Pero debemos tener en cuenta que sólo pueden progresar y no desviarse, si en cada país de América latina tenemos un Partido Comunista bien organizado y dispuesto a la lucha. Los Partidos deben dar el máximo de apoyo al trabajo antiimperialista. Las masas fundamentales para atraer a nuestra actividad debemos buscarlas entre los obreros de las empresas imperialistas. Debemos estrechar nuestras relaciones entre las diversas secciones de América latina y, especialmente, iniciarlas con las de las metrópolis imperialistas: Estados Unidos e Inglaterra. En la Liga debe encontrar eco toda acción, todo movimiento que estalle en cualquier colonia o semicolonial del mundo.

El compañero González Alberdi hablará sobre las tareas que debe desplegar y cumplir cada sección en América latina. Esperamos que todos los compañeros participen en la discusión, exponiendo sus experiencias sobre los trabajos realizados. Nada más, camaradas. (Aplausos).

GONZÁLEZ ALBERDI. (Argentina). — En toda la América latina, existen las condiciones objetivas necesarias para la constitución y desarrollo de organizaciones antiimperialistas, que agrupen al proletariado, a los campesinos y a las capas pequeño-burguesas que sufren el peso de la penetración imperialista. El movimiento revolucionario en Centro y Sud América, se identifica con la lucha antiimperialista. Y de las exposiciones de los compañeros, se desprenden comprobaciones sumamente interesantes. En Colombia, por ejemplo, durante la huelga bananera contra la "United Fruit Co.", los obreros contaban con la simpatía de los campesinos y con el apoyo abierto del pequeño comercio, que ve prohibidas sus operaciones por esa empresa imperialista, cuyas proveedurías monopolizan las ventas dentro de los enormes feudos que posee. La clase obrera, en su lucha contra el imperialismo, puede contar así con aliados que debe organizar conjuntamente con ella, dentro de las Ligas antiimperialistas.

A pesar de existir todas estas condiciones en América latina, las ligas antiimperialistas constituyen organizaciones poco extendidas y débiles en su casi totalidad, aunque, bien es cierto, se trata de organismos muy jóvenes.

Entre las deficiencias de las ligas antiimperialistas de la América latina, cabe destacar su poca preocupación por las reivindicaciones de contenido antiimperialista de las masas de cada país. Se han hecho muy buenas campañas por Sandino, con motivo del viaje de Hoover, etc.

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Es decir, se han hecho buenas agitaciones antiimperialistas alrededor de cuestiones de índole general, que habrá que seguir haciendo aún más intensamente; pero, ¿se han ligarlo esas campañas con la acción contra los altos fletes que cobran las empresas imperialistas de transporte; contra las proveedurías, tiendas de raya, etc.? Las ligas no han realizado esta clase de campañas, que les darán influencia entre los obreros, los campesinos y sobre capas de la pequeña burguesía, facilitando la movilización de estas grandes masas.

Otro error fundamental de la mayor parte de las ligas antiimperialistas de América latina, es descuidar la lucha contra el imperialismo inglés. En manifiestos, en la acción toda, no tienen generalmente en cuenta más que al imperialismo yanqui. Es necesaria una concepción más exacta, teniendo en cuenta a ambos imperialismos como fuerzas imperialistas que actúan en los países latinoamericanos, no descuidando considerar las condiciones que crea la lucha interimperialista, entre Inglaterra y Estados Unidos. Tampoco se debe descuidar la lucha contra el imperialismo francés, español, italiano, etc. No debe olvidarse que la lucha antiimperialista tiene un carácter mundial. En tal sentido, se comprueba que muy pocas ligas han recordado sus deberes de solidaridad para con los trabajadores chinos, para con los movimientos marroquí, sirio, etc. Es más; existen en el movimiento antiimperialista, elementos intelectuales que hacen antiyanquismo, pero que sufren la influencia de las corrientes revolucionarias, como la que se denomina hispanoamericanismo, y que debido a ello, no están de acuerdo con la lucha contra el imperialismo español y de solidaridad con el pueblo marroquí.

En punto a organización, creo, como el compañero Simons, que ha de basarse en las adhesiones individuales y colectivas. En cuanto a cotizaciones, y a varios otros aspectos, se notan los mismos inconvenientes que se han señalado para los sindicatos, y demás organizaciones. Cabe destacar como una insuficiencia importante, la falta de relaciones de las distintas ligas entre sí, de la mayor parte de éstas con la central de Berlín de la Liga Mundial contra el Imperialismo y con el Comité Continental de México. Este, según las contestaciones de los delegados a nuestra encuesta, no se ha preocupado lo bastante por establecer esas relaciones. Eso nos dice la encuesta que hemos efectuado.

Como decimos al comienzo, las ligas antiimperialistas de América latina son organismos jóvenes. En 1924 se constituyó la Liga en Cuba, siendo al poco tiempo declarada ilegal y perseguida. En 1925, un grupo de desterrados Cubanos, Mella entre ellos, forman en México el Comité Continental. Poco después, se creó la Sección Mexicana. Después del Congreso de Bruselas, las ligas prosiguieron su labor con energías aumentadas. En ese Congreso, se resolvió realizar uno latinoamericano, que habrá que efectuar.

La Liga Antiimperialista de las Américas ha realizado vastas campañas contra Machado, contra el terror en Haití, Chile, Perú, etc. La campaña pro Nicaragua, ha tenido gran difusión, habiendo tenido buen éxito los comités "Manos fuera de Nicaragua", creados por la Liga.

En la actualidad, hay ligas antiimperialists constituídas con carácter nacional, en México, en la Argentina, en el Brasil, en Uruguay y en Cuba (ésta es semi-legal, actualmente). Organizaciones en algunas localidades solamente, sin un organismo de carácter nacional, las hay en Panamá (en la Capital), en Ecuador (en cuatro ciudades), Guatemala (Capital), El Salvador (Capital), y Colombia. No existen ligas ni en el Perú, ni en el Paraguay, ni en Bolivia, ni en Venezuela, a pesar de las condiciones objetivamente favorables para crearlas. (Naturalmente que en forma ilegal en algunos de esos países).

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Países donde no existen ligas anti-imperialistas:

Paraguay. — No existe liga antiimperialista. Sin embargo, obreros y estudiantes realizan numerosas agitaciones contra el imperialismo, empezando a influenciar las capas campesinas. Son, en consecuencia, muy buenas las condiciones para crear la Liga.

Bolivia. — Se ha hecho propaganda antiimperialista desde la Federación Obrera de La Paz y desde el periódico "Bandera Roja", cuando sacaban éste los comunistas. Existe ambiente para crear la Liga, según los delegados del Partido boliviano.

Colombia. — Se intentó formarlacon elementos de todas las clases sociales y de todos los partidos políticos y se facilitó así el trabajo de sabotage de los políticos burgueses y pequeño-burgueses. El Partido, juntamente con los sindicatos, ha realizado grandes demostraciones antiimperialistas, teniendo un significado eminentemente antiimperialista los grandes movimientos huelguísticos, como el de las plantaciones bananeras. Los delegados han manifestado a la Comisión, que se proponen reorganizar la Liga a su regreso al país.

Venezuela. — No existe, pero, se producen manifestaciones y huelgas de obreros y estudiantes contra el imperialismo. El odio contra los imperialistas es tanto, que las masas del pueblo rezan para que se sequen los pozos petrolíferos. Deberá intentarse constituir la Liga, sorteando los peligros y las dificultades que crea el régimen de terror imperante en el país.

Perú. — Las delegaciones de todos los países donde no existen ligas antiimperialistas, a excepción de la peruana, creen necesario constituirlas. Los camaradas del Perú tienen una opinión distinta, fruto de errores de concepto acerca del efecto producido por el imperialismo en la economía nacional, y de los errores de nuestros compañeros delegados acerca de la función del Partido.

En el documento titulado "Punto de vista antiimperialista" que leyeran al discutirse otro punto de la orden del día, el camarada Zamora, se exponían algunos conceptos que han sido ratificados y ampliados en la contestación a la encuesta de la Comisión.

Creen nuestros compañeros del Perú, que el imperialismo en su país, puede obrar en cierta forma como factor de liquidación del latifundismo, y apoyarse en la pequeña burguesía, facilitando la creación de la pequeña propiedad rural. Es, evidentemente, un criterio peligroso, que conduce lógicamente a negar la deformación de la economía de los pueblos sometidos, por el imperialismo. La existencia de los restos feudales y otras formas atrasadas, constituye, precisamente, la garantía de la dominación imperialista. Liquidar esas formas atrasadas, crear la pequeña propiedad, abrir libre cauce al normal desarrollo de la economía nacional, equivaldría, precisamente para el imperialismo, a facilitar el nacimiento de una burguesía indígena, cuyos intereses chocaríancon los intereses de los imperialistas; burguesía indígena que sería fuerte porque se habría operado el proceso previo de la liquidación del feudalismo.

Es evidente, que esto no quiere decir que dentro del bloque creado por los feudales nacionales y por el imperialismo, no existen contradicciones, que determinan algunos de los hechos que refieren los camaradas peruanos. También el imperialismo, por intereses de "paz social" o por simples fines comerciales, puede facilitar el surgimiento de algunas capas campesinas de pequeños propietarios. Pero es evidente que el imperialismo no va a facilitar la liquidación de los latifundios y la transformación de las grandes masas campesinas, en pequeños propietarios.

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El ejemplo de México no es precisamente muy oportuno. En México, la revolución tuvo un carácter antiimperialista; posteriormente se produjo la traición de la pequeña burguesía dirigente de ella. Pero el fraccionamiento de latifundios no se hizo al amparo del imperialismo, sino en la lucha contra éste.

En cuanto a la pequeña burguesía en general, es necesario, ante todo, tener en cuenta, como ya se ha dicho, que ella no constituye una clase, sino un conglomerado de capas sociales con intereses opuestos. Y si bien algunas de estas capas se ligan al imperialismo, otras sufren su presión. Así se explica el carácter antiimperialista de los movimientos estudiantiles que han tenido lugar en el Perú. Los camaradas peruanos sobrevalorizan la importancia de los factores espirituales, en la posición contra el imperialismo, que ha asumido la burguesía y la pequeña burguesía de otros países.

Los camaradas, por otra parte, creen que la constitución ilegal de la Liga no sería posible, sino sobre la base de elementos que pueden ingresar al Partido. Esta afirmación se explica por su concepción del Partido: no un partido cerradamente proletario, sino un partido amplio, obrero, campesino y pequeño burgués, dentro del cual actuarían los comunistas. Es evidente que así, el Partido tendría bastante de Liga Antiimperialista.

En el Perú, aparte de la propaganda que se realiza desde "Amauta" y "Labor", se han producido movimientos de importancia con contenido antiimperialista. En Junín, por ejemplo, las fundiciones yanquis de la Oroya, ponían en peligro con sus humos, la salud del vecindario. Se realizó una importante agitación que obligó al gobierno a imponer la utilización de aparatos que hiciesen innocuos esos humos. He aquí un motivo que pudo servir excelentemente de agitación a una Liga Antiimperialista.

Los compañeros del Perú, que realizan una interesante labor de propaganda contra el imperialismo, no rechazan en forma absoluta la creación de la Liga. Y si empiezan a trabajar en tal sentido, llevando a la Liga a quienes deban tener en ésta su puesto de lucha y no en un Partido Comunista, verán el éxito que alcanzan en tal labor.

Países donde existen ligas Anti-Imperialistas.

Cuba. — Cuenta con reducidos efectivos. Está constituida sobre la base de adhesiones individuales. La policía prohibió los actos en apoyo de Sandino. Hizo agitación por Sacco y Vanzetti y preparó grandes demostraciones con motivo de la visita de Coolidge al realizarse la última Conferencia Panamericana. El brazo de uno de los militantes secuestrados por la policía apareció en el vientre de un tiburón.

México. — Ha realizado importantísimas agitaciones, sobre Nicaragua, Sacco y Vanzetti, etc. En tal sentido, es la Liga que ha realizado mayor labor, aunque descuidando la agitación por las reivindicaciones inmediatas de las masas del país, al igual que las demás Ligas. El Comité Continental no mantiene la necesaria relación con las Secciones de cada país. La Liga de México, según las informaciones de los compañeros, no tiene una organización muy sólida, pese a su gran influencia sobre las masas. Está constituida sobre la base de adhesiones individuales y de organizaciones.

El Salvador. — Existe desde marzo de este año en la Capital, sobre la base de adhesiones individuales. Se relaciona con México, contando con simpatías entre los obreros y estudiantes. Está vinculada a la Universidad Popular y a los sindicatos.

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Guatemala. — En 1927 se constituyó en la Capital, haciendo demostraciones de importancia por Sandino y sufriendo la persecución de la policía. Tiene grandes simpatías entre los obreros desorganizados. La defección de los elementos intelectuales hizo que dejase de existir transitoriamente, habiéndose reconstituido en marzo de este año, con la presencia de un enviado de Sandino. Agrupa a adherentes individuales y a organizaciones.

Panamá. — Desde hace cinco meses, existe una Liga en la Capital, constituida sobre la base de adhesiones colectivas, especialmente sindicatos. Realiza actividades exclusivamente contra el imperialismo yanqui.

Ecuador. — Existen Ligas en cuatro localidades, formadas sobre la base de adhesiones individuales. Los comunistas no son mayoría en la dirección aun cuando tienen influencia. Evidentemente, los comunistas deben sostener la necesidad de crear una organización nacional, que agrupe a las organizaciones antiimperialistas dispersas por todo el país. A tal objeto, se debe preparar la realización de un Congreso Nacional Antiimperialista.

Brasil. — Existe la Liga sobre la base de la agrupación de instituciones y de adhesiones individuales. Nada hizo la Liga con motivo de la llegada de Hoover, lo que demuestra pasividad frente a las medidas prohibitivas de la policía.

Uruguay. — Fundóseel 4 de febrero de 1928, a iniciativa del Bloque de Unidad Obrera. Está preparando su Congreso Nacional. Los sindicatos forman su base más importante, si bien agrupa a entidades estudiantiles y de otro orden, y cuenta con adhesiones individuales.

Argentina. — En 1926, elementos expulsados de las filas comunistas, constituyeron en Buenos Aires una Liga, cuya finalidad primordial fué combatir a nuestro Partido. Los dirigentes de esa Liga, no admitían a los comunistas. A iniciativa de los compañeros comunistas y de algunos militantes sin partido, se constituyó la Liga Antiimperialista (Grupo de Izquierda), que es la que ha realizado la actividad en la Capital. Se constituyeron también Ligas en algunas localidades del interior, habiéndose realizado, en mayo último, el Congreso Nacional. Se preveen las adhesiones colectivas e individuales en los Estatutos. En la dirección local y en los Congresos, corresponde un 25% a las instituciones y el resto a las seccionales de adhesiones individuales. En Rosario se ha constituido una sección juvenil.

En el Congreso de la Liga se han dado tesis y aprobado resoluciones sobre los distintos aspectos de la actividad: los sindicatos y la liga antiimperialista; los estudiantes y la actividad antiimperialista; la juventud y la lucha contra el imperialismo, etc. Leeré por considerarlas de interés, las consignas que ha aprobado ese Congreso:

"a) Apoyo a Sandino y a toda lucha emancipadora de los pueblo oprimidos; contra la guerra entre países latinoamericanos y por la fraternización de los pueblos; contra las dictaduras; contra la guerra antisoviética; contra la doctrina de Monroe; contra la obra que realizan la Unión Panamericana y la Liga de las Naciones.

b) Rebaja de los fletes ferroviarios y marítimos. Oposición al encarecimiento del transporte urbano. Obligar a las empresas al mejoramiento de los servicios de transporte, del punto de vista de la seguridad y eficiencia.

c) Apoyo a los movimientos campesinos por la rebaja de los arrendamientos y los fletes; contra los trusts cerealistas; contra las reminiscencias feudales, etc. Entrega a los indígenas, de las tierras que ocupan.

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d) Apoyo a las luchas sindicales del proletariado, especialmente cuando se dirigen contra empresas imperialistas. Contra la especulación y demás maniobras de los trusts tendientes a encarecer la vida.

e) Contra la política de los empréstitos. Por la revisión de las concesiones a empresas extranjeras. Por la expropiación de los yacimientos petrolíferos y su explotación estatal con el contralor obrero. Por la nacionalización de todo el subsuelo. Por la expropiación de los obrajes y yerbales. Contra los resabios de esclavitud.

f) Por la anulación de los tratados que someten al país a las potencias imperialistas. Por la evacuación de todo territorio ocupado por el imperialismo. Por la acción conjunta de los pueblos latinoamricanoscontra el imperialismo y las dictaduras.

Así se prepara la lucha antiimperialista amplia, que expropiará el suelo y el subsuelo, entregando la tierra a los campesinos; que expropiará a las empresas imperialistas y repudiará las deudas con la banca imperialista."

En resumen, compañeros:

1° Son objetivamente favorables las condiciones para el desarrollo de las ligas antiimperialistas en la América latina. Los Partidos deben prestar mayor atención a esta tarea, constituyendo ligas donde no existan y prestándoles mayor apoyo donde las hay. La actividad de la Liga ha de desplazarse hacia las empresas imperialistas. Así, en Colombia, la Liga no ha de quedar en Bogotá, sino que debe ir a la zona bananera a realizar sus agitaciones. Es necesario fortalecer el sector proletario dentro de las ligas.

2° Las ligas han de darse tesis y programas claros, en los que se contemplen las reivindicaciones de las masas obreras, campesinas y de las capas pequeño-burguesas de cada país, que sienten la presión imperialista. Estas reivindicaciones deben ligarse con las campañas de carácter general (Sandino, etc.) y ser objeto de agitaciones especiales.

3° Las ligas han de constituir verdaderos organismos de frente único, formados por adhesiones individuales y de organizaciones.

Esta Conferencia, camaradas, debe ser el punto de partida de un vasto trabajo de todos nuestros Partidos, por el crecimiento de las ligas antiimperialistas en toda América latina. Nada más. (Aplausos).

VILLALBA. ( Guatemala). — Camaradas: Quiero decir muy pocas palabras y es para informar sobre la sección guatemalteca de la Liga Antiimperialista. Nuestra organización se fundó en 1927. Los miembros que la constituyeron eran todos intelectuales y estudiantes oportunistas que, al poco tiempo, dado el gran desprestigio en que cayó ese organismo frente a las masas, se vieron en la necesidad de disolverlo. Volvió a constituirse en 1928, pero tuvo que paralizar sus trabajos, que prometían mucho, por las persecuciones de la policía y del gobierno. Se luchó desde esa fecha, casi exclusivamente, por realizar no agitaciones de masas como todos comprenderán, dado el estado de ilegalidad en que se encontraba la Liga, sino por mantener latente el espíritu antiimperialista de los compañeros miembros. La llegada de un general del ejército sandinista, fuéaprovechada para reorganizarla otra vez. Se convocó a una reunión llamándose a todos los sindicatos del país, pero sólo concurrieron sus componentes, ya que los sindicatos como tales, no adherieron. Existen en Guatemala, las condiciones para formar una aguerrida Liga Antiimperialista, puesto que el proletariado y los campesinos repudian al imperialismo, a pesar de que los trabajadores guatemaltecos tienen una mala experiencia de ciertos "antiimperialistas".

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El enviado de Sandino a que me he referido, nos ayudó en la propaganda antiimperialista y en ella obtuvimos grandes éxitos, pudiendo reunir en poco tiempo, la suma de 900 dólares para el ejército antiimperialista de Sandino. Pero fuimos defraudados por el oficial sandinista, ya que, a pesar de haber recibido un recibo con la firma del propio Sandino, según creímos de primera intención, más tarde nos cercioramos que el sujeto al cual le remitimos el dinero para que le fuera entregado al mismo Sandino, se había quedado con él y fraguado el recibo. Este sujeto no es otro que el residente actual en Honduras, coronel Laponte.

A pedido del compañero González Alberdi, debo manifestar que no tenemos establecidas cuotas, puesto que las tradiciones del país son contrarias a todo intento que nosotros hagamos a este respecto. Los trabajadores de Guatemala, como los de Colombia y otros países, no están acostumbrados al pago de cotizaciones y, además, en las pocas oportunidades en que lo han hecho, no han faltado los ladrones de fondos sindicales que, amparados en el precepto de que "la propiedad es un robo", y declamando anarquismo, se han llevado todo. De allí esa desconfianza hacia el pago de cotizaciones que es tan difícil superar, compañeros.

Debo citar como una de las agitaciones antiimperialistas que más efecto causó entre el proletariado, la manifestación que se realizó cuando llegó el aviador Lindbergh. El pueblo es netamente antiimperialista, hay un odio tremendo contra todo lo que sea yanqui. Sobre las agitaciones posteriores a esa fecha, no puedo dar mayores informes porque la reorganización de la Liga ha sido reciente. La sección Guatemala necesita dirección para efectuar todos los trabajos, no tenemos ni estatutos, ni tesis que puedan encauzar nuestra acción. Olvidaba comunicar a los compañeros que cuando se supo la llegada de Hoover, se organizaron diversas manifestaciones, pero la policía prohibió todos los actos, masa pesar de eso, se le tenía preparado un "buen recibimiento", aunque más tarde el presidente yanqui no nos visitó.

Cuando la ejecución de los compañeros Sacco y Vanzetti, y el asesinato del camarada Mella, se organizaron por nosotros, diversos actos que estuvieron muy concurridos. Esto es todo lo que quería informar. Nada más.

SACO. (Perú). — Compañeros: Quiero referirme a algunas apreciaciones que el compañero co-informante, González Alberdi, hizo sobre nuestros puntos de vista antiimperialistas, especialmente sobre las relaciones entre imperialismo y capitalismo nacional, en todas sus formas.

Comenzaré por declarar que bajo ningún concepto creemos que la penetración imperialista sea un factor progresista. Solamente sostenemos que no siempre el imperialismo inmoviliza las estructuras económicas, — especialmente, feudales, — que encuentra en el país que invade. Muchas veces el imperialismo, si bien es cierto que deforma el proceso capitalista normal, no deja de imprimir a su desarrollo un ritmo más acelerado, dentro de una visión más concreta de los intereses de su función hegemónica y explotadora. Conserva, a veces, los caracteres feudales de la explotación latifundista; a veces los destruye cambiando por completo el sistema de explotación. Tenemos ejemplos típicos en el norte del Perú, donde la economía azucarera, — que, en manos de la burguesía o feudalidad nacional, delataba síntomas de inminente ruina, — ha podido temporalmente realzarseal pasar bajo la explotación alemana o inglesa. Una industria que el feudalismo no era capaz de sustentar y que la burguesía nacional no podía transformar en sentido capitalista, ha podido ser transformada en ese sentido por la explotación imperialista.

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Este es un caso que demuestra, que al lado de deformaciones del proceso económico nacional, el imperialismo, juega toda vez que le convenga, un rol de acelerador del mismo desenvolvimiento capitalista dentro de la nación ocupada; rol del que hubiera sido incapaz, — dentro de la misma rama y en condiciones análogas-, la feudalidad. Hay ejemplos análogos en la industria ganadera de la sierra.

Evidentemente, el imperialismo no ha realizado por eso un proceso benéfico para el país en que ha desarrollado su actividad; pero sí, ha disminuído los caracteres feudales, ha modificado los rasgos de la servidumbre creando masas asalariadas, aunque siempre explotadas en su exclusivo beneficio.

Estas apreciaciones se refieren al rol del imperialismo que se superpone a la economía nacional, modificando su ritmo y, a veces, acelerándolo en su propio beneficio; pero no significan, repito, de ninguna manera, que tengamos que disminuir nuestra acción antiimperialista.

Voy a referirme ahora, compañeros, a la acción contra el imperialismo desarrollada en el Perú.

Las condiciones de la reacción no han permitido, — ni permiten, por el momento, — la constitución de una liga antiimperialista, legal. Esto no significa que el proletariado y algunos sectores intelectuales, no hayan manifestado resueltamente su actitud antiimperialista en distintas ocasiones.

En ocasión del acrecentarse progreso de los daños que los humos de la fundición yanqui de la Oroya, provocaban en la salud de los habitantes, un comité obrero local, en el departamento de Junín, — región afectada, — promovió y efectuó un paro que fué extendido y aplicado en Lima por la Federación Obrera local. Se realizaron en esos días manifestaciones públicas por parte de los obreros; la prensa obrera de la Capital, — de la que hablé en otra ocasión, — sostuvo enérgicamente los puntos de vista proletarios que reclamaban la cesación de los humos perjudiciales. La agitación fué tan efectiva, que el gobierno se vió obligado a imponer a la empresa yanqui, la instalación de aparatos especiales que absorbieran los humos y neutralizaran su acción nociva, lo que se llevó a cabo.

No hubo, si mal no recuerdo, otras agitaciones; pero, sí, la prensa obrera y la revista que sostiene su causa, se pronunciaron repetidamente en forma enérgica contra el imperialismo en varias ocasiones. Citaré los casos de Sacco y Vanzetti, la llegada de Hoover, la huelga bananera en Colombia, Sandino, la masacre de comunistas en China, el allanamiento de la "Arcos House", el Pacto de Kellogg, la política imperialista en el pleito de Tacna y Arica y en el conflicto boliviano-paraguayo. Una campaña también importante, fué la que realizó el periódico obrero de Lima en ocasión del desastre de Morococha, mina yanqui, en la que perecieron numerosos víctimas; esa campaña tuvo gran repercusión entre los mineros y cimentó la solidaridad de esos obreros con los proletarios de la costa.

Hablé ya sobre la posibilidad, — por hoy inexistente, — de la creación de la organismo legal de lucha antiimperialista. Sobre la formación de una Liga Antiimperialista ilegal, creo que no podría atraer, por ese mismo carácter, a más elementos de los que integran el Partido, y opinoque, en el momento actual, sería desperdiciar fuerzas que requieren la atención de otras tareas más urgentes. No dejaremos, sin embargo, de propiciar su formación, cuando se nos presente la oportunidad para ello.

CODOVILLA. (S. S. A. de la I. C.). — Compañeros: Intervengo en este debate movido por las apreciaciones hechas en las intervenciones de los compañeros del Perú, que me parecen muy peligrosas.

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Francamente, no comprendo por qué razón el compañero Saco, después de declararse reiteradas veces de acuerdo respecto a nuestra apreciación de que la penetración imperialista no desempeña un rol progresista, insiste de nuevo en demostrar que, "sin embargo, cada vez que le conviene, acelera el desenvolvimiento capitalista". No comprendo qué es lo que entiende el compañero Saco por "desenvolvimiento capitalista". Si estamos de acuerdo en que la penetración imperialista deforma la economía nacional de nuestros países, ¿cómo se puede hablar, entonces, de "desarrollo capitalista"?

Desarrollo capitalista significa el desarrollo normal de la economía nacional y no la adaptación de esa economía a las necesidades del mercado internacional — o a los intereses imperialistas — que aumenta la dependencia económica y política de nuestros países hacia el imperialismo. Entonces, estamos frente a la deformación de la economía nacional y a su subordinación a las conveniencias del imperialismo, y no a un desarrollo capitalista independiente.

Otra afirmación peligrosa del compañero Saco es la de decir que el imperialismo ha disminuído "los caracteres feudales" de los países en que penetra y "ha modificado los rasgos de servidumbre, creando masas asalariadas, etc.". Parece que el compañero Saco ignora que, justamente, el imperialismo conforma sus métodos de explotación capitalista a las formas de explotación semi-feudal y semiesclavista, intensificando la explotación de las masas y apoyándose para su penetración en las formas más reaccionarias de gobierno.

Si es cierto que sustituye el gran latifundio por la empresa moderna, no es menos cierto que mantiene todas las condiciones de explotación semifeudales. Las formas de explotación semiesclavistasde la concesión Ford en el Brasil; de las grandes plantaciones de Centro América, de Colombia; de las industrias extractivas en Bolivia, Chile, Venezuela, etc., son la demostración palmaria de ese estado de servidumbre.

El compañero Luis ya dijo, al informar sobre el segundo punto del orden del día, que al gerente de la empresa yanqui o inglesa no le interesa mantener el "derecho de pernada"; pero que, en cambio, mantiene de hecho los mismos privilegios existentes en un feudo. En ellas, el obrero trabaja jornadas larguísimas, vive en las barracas de propiedad de la empresa, consume en los almacenes de la misma, es vigilado por la policía de la empresa, no puede cambiar de lugar de trabajo sin satisfacer las deudas — que tiene permanentemente — con la empresa, etc. No es "protegido" por su gobierno, y en una palabra: es una "cosa" que pertenece de hecho a la empresa.

Repito: no comprendo la insistencia del compañero Saco al respecto. Cuando los comunistas hacemos un análisis de una situación es para extraer conclusiones. De manera que si fuese cierto lo que afirma el compañero Saco, que "el imperialismo juega cuando le conviene un rol acelerador del mismo desenvolvimiento capitalista en la nación que ocupa", habría que llegar a la conclusión a que arriban los socialistas: favorecer la penetración del capital extranjero en nuestros países, por considerarlo un factor de progreso económico.

Pero como esa afirmación es falsa, como es equivocado el concepto del compañero Saco sobre el "rol relativamente progresista del imperialismo" es que nosotros lo combatimos con todo vigor.

La otra cuestión planteada por el compañero Saco es la que se refiere a la constitución de la Liga Antiimperialista en el Perú. El compañero Saco está de acuerdo "en principio" con la constitución de la Liga Antiimperialista, pero para más tarde ... ¿Razones? Que no podría existir legalmente a causa de la reacción.

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Acá pescamos a nuestro compañero Saco en una flagrante contradicción. Para el partido socialista "amplio" nos decía que había posibilidades de existencia legal — y es por eso que insiste en su creación. Para la Liga Antiimperialista, que indiscutiblemente por sus características de lucha debe ser una organización todavía más "amplia" que el partido socialista, el compañero Saco nos adelanta que no habrá posibilidad de existencia legal.

Otra razón que nos daba el compañero Saco respecto a la no constitución inmediata de la Liga, es la de que ella escaparía a nuestro contralor, puesto que no disponemos de elementos suficientes para su dirección. Ante todo, es bueno recordar al compañero Saco que la preponderancia en la dirección de los organismos de masas no puede adquirirse de antemano, sino mediante la acción tenaz y persistente, de la que surgirán siempre nuevos elementos que seguirán nuestra línea política e integrarán nuestras filas. Por otra parte, las organizaciones sindicales que integren la Liga, constituyen ya de por sí un elemento importante para la orientación revolucionaria de esa Liga. De manera que es inútil que el compañero Saco se declare de acuerdo con la creación de la Liga, para luego prácticamente decirnos que existen obstáculos que impiden su creación. Como él mismo lo reconoce, existen coyunturas favorables para la creación de la Liga, ya que bajo su bandera se podrá agrupar, además de la masa obrera y campesina, a gran parte de la pequeña burguesía descontenta por el actuar régimen de Leguía.

Es necesario que nuestros compañeros peruanos rompan un poco la "cáscara" en que se encuentran encerrados y traten por todos los medios de ponerse en contacto con las masas. Sólo así podrán realizar una verdadera acción revolucionaria.

Una última cuestión, es la que se refiere a la necesidad de romper con el viejo criterio que existe en muchos de nuestros Partidos, según el cual las Ligas Antiimperialistas son organizaciones por las cuales desarrollan su actividad los pequeños burgueses y los intelectuales y que, por consiguiente, les es una especie de "dominio reservado". Las Ligas Antiimperialistas deben transformarse de más en más en organizaciones de masas, en cuya base debe estar la gran masa obrera y campesina. Por eso es que la adhesión colectiva de los sindicatos obreros y de las ligas campesinas es una necesidad, si se quiere mantener y desarrollar el carácter revolucionario de las Ligas Antiimperialistas. (¡Muy bien!)

GABRINETTI. (Brasil). — Compañeros: En un pasaje del informe del compañero González Alberdi, se dijo que en el Brasil no habíamos realizado nada efectivo cuando llegó Hoover a Río de Janeiro. Es necesario conocer antes, que en esa fecha, la Liga Antiimperialista no existía. El Partido fué el encargado de suplir a este organismo en la demostración y, desde el primer momento, se elaboró un plan de actividades antiimperialistas, por medio de demostraciones populares; pero la policía no las permitió. Es exacto que en el Brasil existe un gran ambiente para todo trabajo antiimperialista, y que debemos efectuar una labor de aprovechamiento de ese ambiente, para aumentar los actuales efectivos de la Liga. Igualmente, reconozco que la Liga debe interesarse por plantear a los trabajadores las reivindicaciones inmediatas de los obreros y campesinos ocupados por las empresas imperialistas, de donde obtendremos el apoyo de muchos trabajadores para las labores de nuestra organización.

Se ha hablado que como consigna antiimperialista, debe lanzarse la de las rebajas de las tarifas ferroviarias.

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Yo no sé si esa consigna sería justa para el Brasil, si se tiene en cuenta que allí, los ferrocarriles están en manos de los ingleses, y si nosotros combatimos las tarifas elevadas, se beneficiará el imperialismo yanqui que quiere destruir a las empresas inglesas, por cuyo motivo, nosotros, antiimperialistas, seremos los instrumentos de nuestros propios enemigos. Es menester que el compañero González Alberdi aclare debidamente esta cuestión.

También juzgo oportuno que se nos aclare debidamente este otro punto: si luchamos por reivindicaciones económicas de las masas de las empresas imperialistas, ¿la Liga no substituirá al sindicato? Creo yo que la Liga debe ayudar y apoyar a todos los sindicatos en sus luchas, pero jamás reemplazarlos.

Como se ha dicho que la composición social de la Liga debe ser sobre la base de obreros, campesinos, intelectuales, estudiantes, y cierta capa de la pequeña burguesía, yo pregunto a los compañeros si no podríamos dejar entrar a ese organismo, a un industrial que quiere luchar contra el imperialismo. Estos son los asuntos que quería plantear.

CARIGNANI. (Panamá). — Algunos compañeros han manifestado ya que no se da importancia a la existencia del imperialismo inglés en América latina. En lo que respecta a Panamá, manifestaré que el peligro del imperialismo inglés todavía existe y que es relativamente fuerte. Cierto que antes de la apertura del Canal, esa preponderancia era más acentuada y que en los actuales momentos, se ve desplazado día tras día por el yanqui. Creo que no debemos descuidar la lucha contra el imperialismo inglés. Ese es mi criterio al respecto.

En Panamá, la Liga existe y está constituída sobre la base de adhesiones colectivas pues forman parte de ella, sindicatos, organizaciones culturales obreras, etc.

Me resta decir solamente algunas palabras sobre el punto central de mi intervención, y es recordar a los compañeros que el imperialismo inglés tiene bajo su dominación, la isla de Jamaica, y la retiene para establecer una base naval en ese sitio. Una guerra entre Inglaterra y Estados Unidos en aguas del Canal, reduciría a cenizas la pequeña República de Panamá, que aparece como independiente, pero que, todos los compañeros saben, en qué reside esa "independencia". Por eso, la lucha antiimperialista en Panamá adquiere una importancia fundamental. Nada más.

MARTÍNEZ. (Venezuela). — Compañeros: Debo decir dos palabras sobre un tema que me parece importante. Me asocio a las manifestaciones vertidas por el compañero delegado de Panamá al destacar que no debemos sub-estimarel peligro ni el grado de penetración del imperialismo inglés en América latina, y bien al contrario, lo debemos tener siempre presente para establecer nuestra táctica. En el mar Caribe existen todavía algunos puntos estratégicos para el imperialismo británico, para establecer bases navales o centros de operaciones en caso de guerra. Yo creo que nosotros debemos llevar una lucha encarnizada contra los dos imperialismos: yanqui e inglés. Me parece que no se ha subrayado en forma enérgica la necesidad de dar más composición obrera y campesina a las ligas, es decir, aplicar en el orden de los países latinoamericanos, lo que se ha dado por llamar, la segunda etapa, de la existencia de la Liga mundial contra el imperialismo. Nada más.

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PELUFFO. (Argentina). — Compañeros: Diré muy breves palabras. Me interesa intervenir en este debate sobre la cuestión organización de la Liga. Yo creo que es necesario estudiar muy bien las cuestiones de organización, -porque creo peligroso el sistema de dirección con predominio de los adherentes individuales que se quiere dar a nuestra organización antiimperialista. Soy de opinión que debemos darle igual o semejante organización a la que se dió el Socorro Rojo Internacional en Córdoba; es decir, en la dirección el predominio de las instituciones adheridas. Si queremos que la Liga realice una verdadera acción antiimperialista, debemos tratar de tener el control sobre su comité central, y para eso, hay que organizar la Liga sobre la base colectiva, porque la forma individual tiene sus peligros como cualquier compañero lo entiende. Nada más, camaradas.

GONZÁLEZ ALBERDI. (Argentina). — Me referiré sólo a algunos aspectos de la discusión, ya que el compañero Simons es quien la clausurará. Debo ante todo hacer notar que nosotros no propiciamos el sistema del 75% para las instituciones y el 25% para los adherentes individuales, en la dirección de las ligas. Simplemente hemos dicho, como dato ilustrativo, que la Liga de la Argentina ha establecido ese sistema. No es, pues, una forma de dirección que proponga la Comisión.

¿Por qué la Liga de la Argentina ha establecido ese sistema, con el cual no está de acuerdo el compañero Peluffo? Por la sencilla razón de que entiende que, cualquiera sea la proporción, — y la adoptada puede ser mala, -hay que emplear ese sistema de porcentajes; lo contrario significaría que cada seccional de la Liga tendría tantos votos como adherentes y cada institución adherida también. Pero, el adherente a una secciona, ha adoptado el programa antiimperialista de la Liga y está sometido a la disciplina de ésta. El adherente a una biblioteca, a un centro estudiantil, puede inclusive tener una mentalidad de imperialista, ¿puede pesar igual que un adherente individual en las votaciones? Es evidente que no.

En Córdoba, las organizaciones sindicales están adheridas a la Confederación Sindical Latinoamericana, las dirigen comunistas e ingresarán a la Liga. Estaría así asegurada la dirección proletaria de ésta. Pero en Buenos Aires no ocurre lo mismo. Entrarían más instituciones pequeño-burguesas que obreras. No es posible, en consecuencia, que la dirección quede en manos de éstas, cuando entre la masa de adherentes individuales, son mayoría los obreros. Creo, y ésta es una opinión personal, que el sistema de distribuir la dirección entre seccionales e instituciones adheridas (tal vez no en proporción del 75 y del 25 por ciento, sino del 50 y del 50, por ejemplo, esto es secundario), es el más conveniente.

En cuanto a lo preguntado por el compañero Gabrinetti, sobre si un industrial puede ingresar a la Liga, creo que es un asunto sencillo. Las Ligas deben darse un programa antiimperialista, basado en una línea clasista. Si un industrial acepta y cumple este programa, puede entrar. En América latina, los problemas creado por la participación de la burguesía industrial en la lucha antiimperialista como clase, no tienen importancia, ya que las burguesías nacionales no pueden ser consideradas aquí como un aliado transitorio, como lo fueron en China en el período del Kuomintang, en la lucha antiimperialista. Para las Ligas se podrán plantear, entonces, casos de adhesiones individuales, que deberán resolverse con el criterio que he expuesto.

En cuanto al caso planteado por el mismo compañero Gabrinetti, de tener en cuenta que combatiendo determinados aspectos del imperialismo, — los ferrocarriles ingleses, por ejemplo, — se favorece al imperialismo rival, es un problema más general. Cuando los obreros hacen huelga a un patrón, favorecen a la fábrica competidora de éste. ¿Cómo encarar esta cuestión? Con nuestro criterio general de las luchas, no es difícil.

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Luchamos contra todos los patrones y contra todos los imperialismos. De aquí que no pueda interesarnos que en una acción parcial, pueda favorecerse a un patrón o a un imperialismo, ya que también mañana haremos acciones parciales contra éstos. Pero nuestra acción general antiimperialista, toda nuestra propaganda, ha de hacerse contra el imperialismo y no contra determinado imperialismo, como lo hacen el APRA y otras organizaciones pequeño-burguesas.

En cuanto a la intervención del camarada Saco, creo que ella confirma cuando se ha dicho sobre los errores de concepto de los camaradas peruanos. Ellos toman aspectos de la economía nacional, pero no a ésta en su conjunto. Es evidente que, aisladamente, el imperialismo produce el desarrollo de algunas ramas de la industria, pero ello se produce no normalmente, sino anormalmente, en relación al conjunto de la economía nacional. Las formas feudales no se liquidan sino que subsisten como fuerzas económicas que conviven con el imperialismo, aliadas a éste. Políticamente, la dictadura está directamente apoyada por el imperialismo.

No insistiré en lo que ya se dijo. El imperialismo podrá liquidar algún grupo feudal, pero mantendrá lo que de feudalismo haya, en su conjunto, ya que chocaría precisamente con los intereses imperialistas, un desarrollo normal de la economía nacional. En el Brasil, por ejemplo, Ford ha obtenido una concesión que representará el desarrollo industrial de una enorme zona, pero con relación al resto de la economía brasileña, ¿acaso no es ese un desarrollo aislado? Esta concesión se hace sobre la base de la constitución de un feudo enorme, de donde se extraerá goma, se elaborará y saldrá, para irse del país. Constituirá un cuerpo extraño dentro de la economía del Brasil, cuerpo que para nada chocará con los restos feudales, y que por el contrario, por ser un feudo en sí y un estado dentro de otro estado, obrará como factor de apoyo a las fuerzas reaccionarias en lo político y en lo económico. Y a mi vez, estoy también tomando un caso particular, que no es suficiente para explicar todo el proceso general de deformación de la economía nacional por el imperialismo. Los camaradas del Perú, dicen no creer en la función progresista del imperialismo, pero a continuación lo señalan como factor de disgregación del feudalismo. Es una evidente contradicción. En cuanto a las posibilidades de constituir la Liga, creo que queda en pie cuando dije en mi anterior exposición.

Me parece que será necesario desde la prensa, etc., una mayor discusión sobre este problema, con los camaradas del Perú. Nada más.

SIMONS. (Estados Unidos). — El compañero González Alberdi ha contestado ya algunos puntos referentes a su parte del informe. Tengo que decir que la discusión de este punto de la orden del día no ha sido suficiente, en primer lugar, porque los delegados están ya muy cansados, y luego, porque en muchos países no se ha hecho casi nada para establecer una Liga Antiimperialista. Esperamos que desde hoy, se dará mayor atención a este problema en los distintos países y en los congresos nacionales e internacionales.

En general, se puede decir que la discusión ha ratificado nuestro informe. El camarada guatemalteco pidió estatutos y tesis para la Sección de la Liga Antiimperialista. Creo que los delegados de los países de América latina al Congreso Mundial en julio, deben tratar este asunto allí, mientras tanto, proponemos el intercambio de estatutos y tesis de las secciones que los tienen, por ejemplo de la Argentina, que se los ha dado en su último Congreso realizado.

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Ya se ha explicado a los compañeros del Perú, que existen las posibilidades de la formación de una Liga Antiimperialista en el Perú. En Brasil, existe todavía el legalismo. Nos parece que a pesar de todas las advertencias de la policía, los camaradas de Río de Janeiro debían haber encontrado un medio eficaz de realizar la protesta contra Hoover, cuando llegó a ese país. El camarada Gabrinetti admite que esto es verdad. Un compañero de Guatemala, presenta un manifiesto y pregunta si está de acuerdo con la línea política que ha sido trazada en esta Conferencia. Encuentro una falla que creo que se subsanará en lo sucesivo, en atención a lo que estamos discutiendo, y es que se hace un llamamiento "a todas las clases sociales sin distingo alguno".

El compañero Martínez, de Venezuela, ha dicho bien que no se debe subestimar la influencia del imperialismo inglés en Colombia, Ecuador, etc., porque esto, nos llevaría a subestimar los peligros de guerra entre Estados Unidos e Inglaterra. Nos da el ejemplo de que en México, la Liga Antiimperialista forma parte del Bloque Obrero y Campesino, que, como dijimos anteriormente, es un error. Quiero referirme brevemente a las cuestiones planteadas por los compañeros Martínez y Codovilla; el primero, cuando dice que no se ha tenido en cuenta la segunda etapa de la Liga Mundial, o sea la entrada de los sindicatos, y el segundo camarada, cuando se refería a las relaciones que deben existir entre los sindicatos y la Liga. Ambas cuestiones las he planteado y parece que los compañeros no han escuchado mi informe. Ya he indicado, compañeros, que la Liga no debe inmiscuirse en la vida de los sindicatos.

El compañero Gabrinetti no está satisfecho con el trabajo desarrollado por las secciones de la Liga en los diversos países latinoamericanos. Así nos decía : "¿La Liga debe contentarse con el reparto de manifiestos, solamente?" Luego admite que la Liga deba trabajar para la organización de los obreros desorganizados. Esto es un error, compañeros. La obra de la organización de los no organizados, debe ser obra de los sindicatos y no de la Liga, lo que no quiere decir que no se deba ayudar a las organizaciones sindicales, cuando se presente la oportunidad o cuando se pida su colaboración. Específicamente, esa tarea es de resorte de los sindicatos y no nuestra, compañeros.

El compañero Peluffo, de la Argentina, piensa en el peligro de crear una Liga para los pequeños burgueses. Está en contra de la práctica establecida para la sección Argentina, cuando ésta dió el 75% de los votos del Congreso a los comités de barrio y el 25% a las organizaciones adheridas. Tiene razón el compañero Peluffo. Queremos, dentro de la Liga, a las organizaciones obreras y campesinas. Si se concede mayoría de votos a los comités de barrio, las organizaciones no estarán conformes con ser dirigidas por las adhesiones individuales, agrupadas alrededor del comité de barrio. La Liga de la Argentina emplea este método porque, en esa forina, quiere impedir que entren a la Liga los elementos pequeños burgueses que puedan de acuerdo a su número, cambiar la dirección de nuestro trabajo antiimperialista. Además, el compañero Peluffo sostiene que los elementos que entran a los comités de barrio, son elementos pequeños burgueses y esto no es cierto, camaradas. Debe buscarse la entrada de trabajadores y campesinos en todos los organismos de la Liga, para tener siempre la hegemonía sobre la capa de la pequeña burguesía.

En resumen, camaradas, es necesario que todos los camaradas se compenetren de la importancia que tiene el trabajo antiimperialista y cuando regresen a sus respectivos países, es menester que procuren por todos los medios la constitución o el fortalecimiento de la Liga. No hemos podido tener el informe de los compañeros del Comité Continental prometido por los compañeros mexicanos, y por eso, no podemos hacer críticas a su labor. He terminado.

(Se pasa a cuarto intermedio).


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